Petropar no puede demostrar quién firmó el contrato catarí ligado al presidente de la Conmebol

La petrolera estatal no pudo acreditar quién representó legalmente a Doha Holding, empresa vinculada a Alejandro Domínguez, que firmó un contrato de USD 61 millones con Petropar. Esta situación deja más dudas sobre si las rúbricas son reales y si podrá cobrarse la garantía de cumplimiento por USD 3 millones.

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Investigaciones 30/10/25

Por Alfredo Guachiré

En publicaciones anteriores de Parámetro se reveló que el contrato de USD 61 millones firmado entre Petropar y la empresa catarí Doha Holding Group LLC, ligada al presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, presentaba firmas presuntamente falsas. Tras analizar las ocho adendas del acuerdo, se constató que ninguna rúbrica coincidía entre sí, lo que generó dudas sobre la autenticidad de los documentos y sobre quién firmó realmente en nombre de la compañía. La situación resulta aún más grave considerando que se trata de un contrato millonario de la principal empresa petrolera del Estado, vinculado al entorno directo de Domínguez, y que hasta hoy no entregó una sola gota de combustible.

Ante esta situación y en ese marco de investigación periodística, se realizó un pedido de información pública a Petropar para conocer si existía un poder autenticado o documento que acredite las facultades del firmante de la oferta. La estatal respondió enviando una hoja con tres nombresSaad Doukali, Mohammed Alquzweeni y Khalifa Hamad Al-Thani— bajo la denominación de “autorizados”. Solo este documento fue remitido como prueba, careciendo de sello oficial, firma institucional o validez legal, y sin ninguna certificación de Cancillería ni respaldo consular. En los hechos, esa hoja es la única documentación que Petropar posee para justificar quién representó a Doha Holding, lo que demuestra que la estatal no tiene forma de acreditar quién firmó el contrato ni con qué poder lo hizo.

Respuesta oficial de Petropar sobre acreditación de firmantes.

Un contrato con firmas en duda

El contrato entre Petropar y Doha Holding Group LLC fue adjudicado el 30 de septiembre de 2024, durante la gestión de Eddie Jara, mediante el Procedimiento Especial de Contratación N.º 04/2024 (ID 457288). La operación preveía la compra de 100.000 toneladas de gasoil, pero nunca se entregó combustible alguno.
Aun así, la petrolera estatal mantuvo el vínculo a través de ocho adendas, todas firmadas por el mismo supuesto representante catarí. Ninguna de las firmas coincide con las demás, lo que alimenta las sospechas de falsificación o uso indebido de rúbricas.

Contratos y adendas con firmas en duda del supuesto representante

El pedido de información evidenció que Petropar carece de cualquier documento que acredite el poder o la representación legal del firmante, lo que pone en duda la autenticidad del contrato. Además, la estatal no aclaró si las firmas fueron presenciales o digitales, ni si el proceso contó con protocolos de autenticación.
La debilidad documental alcanza también a la garantía. Petropar aceptó una “Declaración Jurada de Cumplimiento de Contrato” por USD 3,05 millones, respaldada apenas por un certificado de solvencia del Qatar International Islamic Bank, lo que no constituye una póliza ni una fianza ejecutable. En caso de incumplimiento, cualquier reclamo debería dirimirse en la jurisdicción internacional, lo que significa que la garantía podría resultar imposible de cobrar.

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DOCUMENTO PDF INCORPORADO Declaración Jurada de cumplimiento de contrato.pdf
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Incluso, esta situación podría terminar en la nada misma, porque ni siquiera está claro si las personas que firmaron el contrato existen realmente o si alguna vez estuvieron en Paraguay.

Quién es Khalifa Hamad Al-Thani

En la identidad del firmante también hay un punto central. En el contrato figura Khalifa Hamad Al-Thani como representante de Doha Holding, pero no existe ningún registro público que lo vincule directamente a la empresa. En Qatar sí aparece un homónimo, Khalifa bin Hamad bin Khalifa Al-Thani, miembro de la familia real catarí y excomandante de operaciones de seguridad del Mundial 2022.

Alejandro Domínguez y Sheikh Hamad, Ministro de Deportes de Catar

En árabe, “bin” significa “hijo de”, por lo que “Khalifa bin Hamad” se traduce como “Khalifa, hijo de Hamad”, mientras que “Al-Thani” identifica a la familia gobernante de Qatar. La ausencia del “bin” en el contrato genera confusión: podría tratarse de una abreviación, un error o incluso de un intento de encubrir la verdadera identidad.
Ahora, con el documento remitido por Petropar, aparecen dos nombres másSaad Doukali y Mohammed Alquzweeni— como supuestos “autorizados” junto a Khalifa. Sin embargo, no se aportó ningún poder legal ni registro que confirme su relación con Doha Holding, lo que amplía el misterio sobre quiénes son realmente las personas detrás de las firmas.

Khalifa bin Hamad bin Khalifa Al-Thani, miembro de la familia real catarí

Reconsideración y pasos pendientes

Ante la respuesta insuficiente, se presentó una nota de reconsideración, reiterando el pedido de acceso y exigiendo a Petropar que entregue el poder autenticado o documento que acredite las facultades del firmante, tanto del contrato original como de las adendas.
Una de las formas de despejar esta duda sería que las autoridades soliciten a la Dirección General de Migraciones confirmar si Khalifa Hamad Al-Thani ingresó alguna vez al país. Si vino a firmar cada adenda, habría entrado y salido más de ocho veces, o debería haberse quedado a vivir en Paraguay, lo que parece improbable para un ciudadano catarí de alto perfil. La falta de registros migratorios confirmaría que las firmas fueron estampadas por terceros o firmadas fuera del territorio nacional, lo que agravaría la falta de control de Petropar.

Eddie Jara, presidente de Petropar

Hasta ahora, la estatal guarda silencio sobre este tema y deberá responder al pedido de reconsideración, que busca determinar si existe algún respaldo documental que pruebe la identidad y las facultades de los firmantes. La falta de respuesta prolonga la opacidad y alimenta la sospecha de que Petropar nunca verificó la autenticidad de los documentos.

El entorno de Alejandro Domínguez

Doha Holding mantiene vínculos directos con el entorno de Alejandro Domínguez. En Paraguay, la empresa está representada por su hijo, Alejandro Facundo Domínguez Pérez, y por Julio Jiménez Granada, vicepresidente del Club Olimpia y hermano de Monserrat Jiménez, directora jurídica de la Conmebol.
Esta estructura —padre, hijo y hermanos Jiménez— conecta el negocio energético con el poder deportivo, y muestra cómo las relaciones del presidente de la Conmebol se proyectan más allá del fútbol.

Alejandro Domínguez hijo, su padre y Julio Jiménez, VP de Olimpia y hermano de Monserrat Jiménez, directora juridica de la Conmebol

Recientemente, la petrolera reconoció públicamente que Doha Holding ofertó un precio que no podía cumplir, según una declaración realizada al diario ABC Color el 30 de octubre de 2025. Con ello, Petropar admitió que el contrato era inviable desde el inicio, aunque lo sostuvo durante un año, firmó ocho prórrogas, no recibió combustible y jamás explicó quién firmó los documentos.

Un negocio sin combustible ni garantías

Mañana, 31 de octubre, vence la octava adenda, y Petropar deberá rescindir el contrato. Pero la estatal no tiene respaldo notarial del firmante, no posee una garantía ejecutable y no puede confirmar si las firmas son reales.

img_68dbe1c8cb73b.pngContrato entre Petropar y Doha Holding, empresa catarí vinculada a Domínguez.

Lo que comenzó como una “alianza estratégica” con una empresa internacional terminó como un caso emblemático de opacidad estatal, en el que convergen la falta de control, el uso político de los recursos públicos y el poder de los vínculos personales.

El caso del “combustible catarí” sintetiza el modelo: una empresa sin rostro, un contrato sin respaldo y una garantía que difícilmente podrá cobrarse. Todo dentro de una red vinculada al presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, que sigue operando con influencia, silencio y total impunidad institucional.