Empresa catarí ligada a Domínguez firmó adendas con Petropar con rúbricas presuntamente falsas

El contrato de USD 61 millones entre Petropar y Doha Holding fue sostenido por ocho adendas firmadas por Khalifa Hamad Al-Thani. Las rúbricas presentan irregularidades y aparecen ligadas al entorno del presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, lo que refuerza las dudas sobre la legalidad y transparencia de la operación.

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Investigaciones 30/9/25

Por Alfredo Guachiré

Investigador

El 30 de setiembre de 2024, Petróleos Paraguayos (Petropar) adjudicó a Doha Holding Group LLC un contrato para la provisión de 100.000 toneladas de gasoil. La operación, defendida por el presidente de la estatal Eddie Jara como una compra estratégica, nunca entregó una sola gota de combustible. Lo que sí acumuló fueron ocho adendas, todas con la firma del representante catarí Khalifa Hamad Al-Thani. La pregunta es inevitable: ¿vino Khalifa a Paraguay para firmar el contrato original y también cada una de las ocho adendas? Esa duda se puede despejar fácilmente en una investigación oficial, cotejando los registros de Migraciones, para saber si estuvo en el país para firmar o si alguien más lo hizo por él.

La trama no se limita a la inconsistencia de las firmas. Detrás de Doha Holding aparece una red conectada con el fútbol: como representantes locales figuran Alejandro Facundo Domínguez Pérez, hijo del presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, y el abogado Julio Jiménez, vicepresidente del Club Olimpia y hermano de Monserrat Jiménez, directora jurídica de la Conmebol y mano derecha de Domínguez. La triangulación entre la empresa catarí, Petropar y el entorno del máximo dirigente del fútbol sudamericano refuerza las dudas sobre la transparencia del proceso y la verdadera naturaleza de este contrato.

Alejandro Facundo Domínguez Pérez, su padre Alejandro Domínguez y Julio Jiménez 

La firma que no cuadra

En el contrato original se registran dos firmas de Khalifa Hamad Al-Thani: una completa y otra media firma. En las adendas posteriores, los trazos cambian constantemente. En unas, la “K” inicial es amplia y fluida; en otras, cerrada y rígida. Los remates se acortan o alargan sin patrón, y en la sexta y séptima adenda las firmas son completamente diferentes entre sí: el trazo, la proporción y la inclinación no coinciden, lo que refuerza la sospecha de que fueron realizadas por distintas manos. En la octava, aparece otra variación distinta. La serie no tiene continuidad morfológica ni gráfica, lo que sustenta la hipótesis de firmas presuntamente adulteradas.

Las irregularidades no son menores: la repetición de ciertos trazos, la falta de microvariaciones propias de la escritura natural y los cambios bruscos de estilo son elementos que suelen señalarse en pericias caligráficas como indicios de adulteración. Una pericia judicial oficial, comparando estas firmas con documentos indubitables del representante, podría confirmar si se trata de falsificaciones o del uso indebido de firmas digitalizadas.

¿Quién es Khalifa Hamad Al-Thani?

En la identidad del firmante también hay un punto en duda. En el contrato figura como representante Khalifa Hamad Al-Thani, pero no existe registro público que lo vincule directamente a Doha Holding. En Qatar sí aparece un homónimo, Khalifa bin Hamad bin Khalifa Al-Thani, miembro de la familia real y ex comandante de operaciones de seguridad del Mundial 2022. En árabe, “bin” significa “hijo de”, por lo que “Khalifa bin Hamad” es “Khalifa, hijo de Hamad”, mientras que “Al-Thani” designa a la familia gobernante de Qatar. La ausencia del “bin” en el contrato genera confusión: podría ser una abreviación, un error de transcripción o incluso un intento de ocultar la verdadera identidad.

Una garantía que no es póliza

El segundo flanco débil del contrato es la garantía. Petropar aceptó una Declaración Jurada de Cumplimiento de Contrato por USD 3,05 millones, respaldada por un certificado de solvencia de un banco de Qatar. Este formato carece de validez práctica en Paraguay: no garantiza ejecución inmediata y trasladaría cualquier reclamo a un litigio internacional. Con la octava adenda próxima a vencer, el 31 de octubre, la estatal se enfrenta a la posibilidad de quedar con un contrato sin entregas y sin una póliza real que respalde la operación.

La triangulación de Domínguez

El caso expone una triangulación evidente: una empresa catarí con un representante de alto perfil, una estatal paraguaya que aceptó condiciones débiles y un entorno local encabezado por el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez. Como representante legal de Doha Holding en Paraguay aparece su hijo, Alejandro Facundo Domínguez Pérez, lo que ya establece un vínculo directo entre la operación y la familia del dirigente deportivo más influyente del continente.

También figura Julio Jiménez Granada, actual vicepresidente del Club Olimpia, como parte de la representación legal de la firma. Jiménez Granada es hermano de Monserrat Jiménez Granada, directora jurídica de la Conmebol y mano derecha de Domínguez. La presencia de este tridente —Domínguez padre e hijo, junto a los hermanos Jiménez— muestra cómo los negocios de la energía se cruzan con el fútbol, en un entramado de intereses familiares y deportivos que trasciende lo formal y plantea interrogantes sobre los límites de influencia del presidente de la Conmebol.

Domínguez con Sheikh Hamad, Ministro de Deportes de Catar

Autoridades bajo presión

El presidente de Petropar, Eddie Jara, defendió reiteradamente la continuidad del contrato bajo el argumento de mantener precios competitivos, aunque no haya llegado combustible alguno. Hoy, sin embargo, la presión aumenta: diputados, senadores y la Contraloría General de la República pidieron informes detallados. El caso exige respuestas claras y rápidas: confirmar si Khalifa Hamad Al-Thani firmó realmente los documentos, determinar si las rúbricas son auténticas o adulteradas y definir cómo se ejecutará una garantía que no es póliza.

Procedimiento especial y lo que viene

La adjudicación a Doha Holding se dio bajo un procedimiento especial de contratación (ID 457288), lo que sumó aún más cuestionamientos al proceso. El caso sigue abierto: hay dudas sobre la validez de las firmas, sobre la verdadera presencia del representante catarí en Paraguay, sobre la garantía aceptada por Petropar y sobre la red de vínculos deportivos que rodea al contrato. Todo apunta a que el desenlace de esta historia apenas comienza y que todavía hay capítulos pendientes por investigar.