Radiografía de Luis Bello: ascenso meteórico y deuda millonaria

Luis Bello asume la Intendencia tras la renuncia de Nenecho Rodríguez. Su ascenso político fue veloz, mientras sus declaraciones revelan un patrimonio negativo, irónicamente en rojo como la comuna que recibe.

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Investigaciones 27/8/25

Por Alfredo Guachiré

Investigador

La Intendencia de Asunción cambia de manos en medio de turbulencias políticas y financieras. La renuncia de Óscar “Nenecho” Rodríguez, presentada para evitar la destitución, abrió paso a Luis Adolfo Bello López, un concejal suplente que nunca ocupó un cargo por voto directo de la ciudadanía, pero que gracias a los acuerdos internos de la Junta Municipal se convirtió en presidente del órgano deliberativo en noviembre de 2024 y hoy se sienta en el sillón de intendente. Su llegada está respaldada por el diputado Raúl Latorre, de quien Bello se ha mostrado leal en reiteradas ocasiones.

El perfil de Bello combina un ascenso meteórico en la política con una situación patrimonial en rojo. Sus declaraciones juradas muestran un crecimiento llamativo en bienes adquiridos en apenas dos años, pero al mismo tiempo un endeudamiento superior a los activos. La paradoja es inevitable: el nuevo intendente asume la conducción de una Municipalidad en crisis financiera cuando él mismo arrastra un patrimonio neto negativo y una dependencia marcada de créditos.

El diputado Raúl Latorre y el actual intendente Luis Bello

De suplente a intendente

Luis Bello nació en 1986 y se formó en Administración de Empresas. Se presentó a las internas coloradas con el movimiento Orden Republicano – “B” en Asunción, pero solo accedió a un puesto de concejal suplente. La oportunidad de saltar a la Junta se dio cuando Luis Fernando Bernal fue convocado a la ESSAP, dejándole el espacio. Desde entonces su carrera fue veloz: concejal desde 2023, presidente de la Junta en 2024 y, tras la renuncia de Rodríguez, intendente interino de la capital. Todo esto acompañado de la cercanía con Raúl Latorre, figura clave en su ascenso político.

Su declaración jurada de intereses confirma esa trayectoria institucional. Allí figuran sus cargos en el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), su paso por la Municipalidad de Asunción como director de Fonacide, la concejalía y la presidencia de la Junta. La constante es que siempre se desempeñó en espacios ligados al aparato estatal, sin antecedentes de gestión privada.

Patrimonio en rojo como la comuna

El aspecto más revelador de sus declaraciones juradas es la situación financiera. En 2022, cuando se desempeñaba como funcionario comisionado en el MTESS (SINAFOCAL), declaró un patrimonio neto negativo de –Gs. 13 millones: apenas un vehículo Toyota Corolla 2001 y una camioneta Kia Sorento 2012 frente a deudas que superaban los Gs. 100 millones.

En 2024 la foto patrimonial cambió drásticamente. Bello declaró una casa en Recoleta por Gs. 790 millones, adquirida en sociedad conyugal, además de un Hyundai Santa Fe 2018, un Corolla y el Sorento. Sumó mobiliario y electrodomésticos por Gs. 40 millones y efectivo en caja por Gs. 25 millones. En total, activos por Gs. 1.070 millones. Pero el pasivo lo superó ampliamente: una hipoteca con CooMECIPAR de Gs. 1.328 millones, préstamos para vehículos, tarjetas de crédito en Itaú y deudas universitarias. El saldo: –Gs. 342 millones.

Como si fuera poco, en el listado de deudas figura un crédito académico: según su declaración jurada, tiene un préstamo universitario para cursar un doctorado en la Universidad Columbia. El intendente, que ahora debe ordenar las finanzas de la ciudad, sigue financiando su formación con créditos.

La situación se replica en su esposa, Laura Sofía Vargas. Su DDJJ 2024 muestra activos por Gs. 1.173 millones (la misma vivienda en Recoleta y una camioneta Hyundai Tucson 2018) pero deudas por Gs. 1.294 millones, incluyendo la hipoteca compartida, créditos de CooMECIPAR y tarjetas en Itaú y el BNF. Resultado: –Gs. 120 millones. Vargas se desempeña como directora en el Centro de Salud N.º 12 del Ministerio de Salud Pública desde 2023 y además como médica de guardia en el Hospital San Jorge de las Fuerzas Armadas desde 2012.

Juntos, la pareja suma un pasivo superior a los Gs. 2.800 millones, una cifra que los deja en números rojos casi tanto como la Municipalidad que hoy deben dirigir.

Santiago Peña y Luis Bello

Antecedentes de gestión pública

Los antecedentes de Bello en cargos administrativos también han estado bajo la lupa. Fue administrador del SEME en el Ministerio de Salud, donde en 2013 y 2014 la Contraloría detectó irregularidades en el uso de combustibles por unos Gs. 50 millones, situación en la que él mismo reconoció haber firmado documentos para cumplir con la rendición. Más tarde fue director de Fonacide en la Municipalidad de Asunción, periodo en el que los fondos quedaron congelados por falta de rendiciones de cuentas.

Su trayectoria laboral, confirmada en la base de Datos Abiertos del Ministerio de Economía y Finanzas, lo registra como funcionario del MSPBS desde 2016 y comisionado en el MTESS (SINAFOCAL) desde 2020. Su carrera está marcada por cargos dentro del aparato estatal y una cercanía política que le permitió avanzar a pasos acelerados en la Junta Municipal.

Luis Bello llega así a la Intendencia con un doble desafío. Por un lado, demostrar que puede administrar una ciudad cuya Municipalidad arrastra una crisis financiera profunda; por otro, explicar cómo un funcionario con deudas millonarias, sin haber sido electo titular y con antecedentes administrativos cuestionados, terminó ocupando el principal cargo de la capital. La ironía no pasa desapercibida: el nuevo intendente de Asunción hereda una institución quebrada con sus propias cuentas personales también en rojo.

Parte de la DDJJ de Luis Bello